viernes, 20 de marzo de 2015

UN MANIFIESTO DE LA A.E.T.


 
En esta época del año que muchos piensan en elecciones de diferentes partidos políticos la A.E.T. de Sevilla, siguiendo el carácter antipartidista de la Comunión Tradicionalista y no habiendo una formación nuestra que represente la defensa de los verdaderos principios de Dios, Patria, Fueros y Rey legítimo hemos de recordar aquél comunicado que en 1933 daba la Junta Directiva de la Agrupación de Estudiantes Tradicionalistas. Pero esta vez haciendo un enérgico llamado a la abstención, a que ningún joven tradicionalista participe en este sistema que está formado por los partidos políticos y una falsa representación surgida de la Revolución y el Derecho nuevo. En ese 1933 quizá era posible apoyar una formación, hoy por ahora la única opción sana de un tradicionalista es promover y ejercer la abstención. Por eso desde la A.E.T. de Sevilla hacemos un llamado en forma de arenga a todos aquellos universitarios, jóvenes, estudiantes, que con la razón y el corazón llevan con ellos la sana doctrina y aman a su Patria y a su Dios, a que promuevan y ejerciten la abstención. 

No obstante dejamos aquí el mensaje al que aludíamos más arriba:



"La Junta directiva de la Agrupación Escolar Tradicionalista ha hecho público el siguiente manifiesto: "La Agrupación Escolar Tradicionalista, ante las próximas elecciones, y aun no creyendo en e! sufragio inorgánico, y menos que éste sea una solución para los graves problemas de la nación, alza su voz para que en estos momentos resuene por todos
los ámbitos de nuestra Patria como un clarín guerrero, reclamando a todos los jóvenes
universitarios de buena voluntad y acendrado patriotismo a que se pongan en pie y se apresten a la gran batalla que se avecina, y en la cual va a decidirse algo más que un puñado de actas o la preponderancia de uno u otro partido, porque va a decidirse si España, empujada por unos hombres y unos, partidos (a los que ya no es tiempo" de calificar, porque están ya definitivamente descalificados), ha de continuar rodando por la rápida pendiente que
a conduce al envilecimiento y al caos. Nosotros, que somos, por tradicionalistas, antipolíticos, lanzamos nuestra llamada a la* juventud universitaria para_ que, unidos todos en este movimiento nacional, derribemos la caduca utopía marxista, triste y ridículo retoque extranjerizante con que la masonería trata de ocultar las puras líneas del glorioso edificio de! la verdadera España. En este momento, nosotros creemos que combatir la revolución por cualquier medio es defender a la Patria, y por; eso nos lanzamos sin temor a la lueba contra todo lo que, por ser contrario a su esencia, es la negación de España. Con valentía, más firmes cada vez en nuestros ideales, nos disponemos a reñir la batalla que enfrenta, ante las urnaV a la España y a la anti-España; a sus hijos y a sus verdugos; a los que quieren, entronizando á Cristo en sus altares, darle, por guardadora de un Dios_, categoría de Tabernáculo, y a los que casi han conseguido, prohibiendo la .enseñanza .de la moral cristiana, sumirla, por su pretendida liberación de conciencias, en vergüenza de lupanar. La Agrupación Escolar Tradicionalista, al sentirse impulsada a intervenir, en este movimiento, no lo hace por vocación definida o impulso irreflexivo, no por ambición o esperanza de medros personales, nada de eso; su intervención será lo más modesta posible, impulsada por un sentimiento de piedad hacia España, como el piadoso Samaritano de quien nos habla el Evangelio se sintió llamado a ser practicante y enfermero con el pobre herido, a quien encontró desamparado en el camino de Jericó. Nos encontramos en presencia de una Patria que se desangra y agoniza bajo los golpes descargados con manos torpes sobre los principales órganos de su vitalidad, y en presencia de estas tristes^ realidades nos sentimos estudiantes españoles, como ante una invasión extranjera de nuestro suelo nos sentiríamos soldados o guerrilleros. Quien dice Juventud escolar dice optimismo, convivencia cordial y generosa efusión del corazón; alegría no ajada por los amargos sinsabores y tristes desengaños de la vida. Esto es nuestro tesoro, que quisiéramos gozar en toda su plenitud; pero no se nos permite en los actuales momentos ese goce legítimo, y, entendedlo bien, si descendemos a la caldeada arena de estas luchas es porque vemos angustiados que a esos sentimientos nuestros de optimismo ha substituido, en esta República, calificada por Ortega y Gasset de "República de agrio perfil", él sentimiento más antisocial, antieconómico e impolítico que cabe concebir; el sentimiento de odio rencoroso convertido en norma de. Gobierno desde las alturas, y clavado, como garra de arpía, en el corazón de las infelices muchedumbres. Sobre este panorama de odios y rencores, la juventud universitaria debe sentirse con una augusta misión que cumplir. Esta no es otra que la de coadyuvar a deshacer esas negras nubes para que vuelva a brillar el sol resplandeciente de la paz y la armonía entre el pobre y el rico, el \obrero y el patrono, el estudiante y el profesor, el Gobierno y el verdadero pueblo, y hasta el generoso perdón entre todos los españoles. Estas serán las promesas de unos cuantos hombres de buena voluntad en estas elecciones; no prometerán, el reparto de tierras, de capitales, de palacios, como prometieron los caudillos de la revolución en sus propagandas. Paz y armonía social a esto, sencillamente, aspira en estos momentos nuestra Agrupación Escolar Tradicionalista; a eso deben aspirar todos los jóvenes universitarios que sientan latir en su pecho el patriotismo, y si lo alcanzamos nos felicitaremos sinceramente, por ir en ello el engrandecimiento de la Patria, y si tal vez fuéramos derrotados en la lucha también nos felicitaríamos, porque habríamos caído con la gloria del guerrillero que sucumbe defendiendo el honor de su bandera.—La Junta directiva.'"

 El entrecomillado corresponde a: